Cómo la inteligencia artificial está revolucionando los juegos de cartas

Una actividad de ocio muy extendida en el mundo entero son los juegos de cartas. Desde el póquer hasta el solitario, pasando por el bridge e incluso, el blackjack en línea, hay juegos de cartas para todos los gustos y ocasiones. Sin embargo, ¿sabías que la inteligencia artificial (IA) está cambiando la forma en que se juega a estos juegos?

La creación de sistemas informáticos que imitan las capacidades cognitivas humanas, como el aprendizaje, la creatividad y el razonamiento, es el objetivo de la IA, una disciplina de la ciencia de la computación. Puede aplicarse a diferentes campos y sectores.

En este artículo, vamos a ver cómo la IA está revolucionando los juegos de cartas en tres aspectos: como oponente, compañero y creador.

La IA como oponente

Uno de los usos más comunes de la IA en los juegos de cartas es como oponente. La IA puede simular el comportamiento y las estrategias de un jugador humano, adaptándose al nivel y al estilo de juego del usuario. Esto permite a las personas practicar sus habilidades, mejorar su rendimiento y disfrutar de un desafío.

Un ejemplo famoso de la IA como oponente es el programa DeepStack, desarrollado por investigadores de la Universidad de Alberta (Canadá). Es capaz de jugar al póquer Texas Hold’em sin límite, uno de los juegos de cartas más complejos y populares del mundo.

Se destaca por utilizar el aprendizaje profundo, una técnica de IA que consiste en entrenar redes neuronales artificiales con grandes cantidades de datos, para calcular las probabilidades y las mejores jugadas en cada situación. En 2017, DeepStack derrotó a 11 jugadores profesionales de póquer en un torneo online.

La IA como compañero

Otro uso de la IA en los juegos de cartas es como compañero. En esta modalidad asiste a los jugadores humanos, proporcionándoles consejos, sugerencias y feedback. Esto ayuda a sus usuarios a aprender las reglas, las estrategias y las tácticas de los juegos de cartas, así como a mejorar su confianza y su diversión.

Un ejemplo es Pluribus, desarrollado por investigadores de Facebook y la Universidad Carnegie Mellon (EE. UU.). Es un programa que también puede jugar al póquer Texas Hold’em sin límite, pero en este caso colabora con otros jugadores humanos o artificiales.

Pluribus utiliza el tipo de aprendizaje por refuerzo, una técnica que entrena a un agente mediante recompensas y castigos, para optimizar su comportamiento en función del resultado. En 2019, demostró ser capaz de cooperar con otros jugadores y maximizar sus ganancias.

La IA como creador

Un uso más novedoso de la IA en los juegos de cartas es como creador. Esto quiere decir que genera nuevos juegos de cartas, inventando reglas, objetivos y mecánicas originales. Esto puede ampliar la variedad y la innovación ofreciendo a los jugadores nuevas experiencias y desafíos.

Un ejemplo de este tipo es el proyecto Ludi, desarrollado por investigadores del Instituto Nacional Francés para la Investigación Digital (INRIA). Es un sistema que puede diseñar nuevos juegos de cartas a partir de un conjunto básico de componentes, como las cartas francesas o las españolas.

Asimismo, emplea una combinación de técnicas evolutivas y lógicas para generar y evaluar miles de posibles juegos, seleccionando los más interesantes y equilibrados. En 2010, Ludi creó un juego llamado Yavalath, que se publicó de manera comercial por Nestorgames.

¿Qué depara el futuro de los juegos de cartas en combinación con la inteligencia artificial?

Esta es una pregunta que muchos aficionados y expertos se hacen, ya que la IA está revolucionando el mundo de los juegos de cartas y digitales. Seguirá aportando beneficios tanto a los jugadores como a los diseñadores, por el hecho de que puede mejorar la experiencia de juego, crear nuevos desafíos, optimizar el diseño y el balanceo, y generar contenido original y variado.

En conclusión, la inteligencia artificial está revolucionando los juegos de cartas al permitir originar experiencias más realistas, desafiantes y divertidas para los jugadores. Simula el comportamiento humano, se adapta a diferentes estrategias y genera nuevas variantes de los juegos.