50 años después del nacimiento de la Ley de Moore, las novedades tecnológicas y nuevos conceptos ponen en peligro una teoría que hasta la fecha se ha cumplido a rajatabla. A continuación vamos a analizar las razones por las que la Ley de Moore ya no seguirá siendo realista a partir de ahora.
El nacimiento de la Ley de Moore
Fue en el año 1965 y más concretamente el 19 de abril cuando Gordon E. Moore, uno de los fundadores de Intel y sin duda alguna también uno de los responsables de la evolución de los microprocesadores hasta la actualidad, a través de la observación fue consciente de que el número de transistores utilizados para cada microprocesador se iban duplicando cada año.
Básicamente en esto se basa la Ley de Moore, es decir, que cada año que pasa los microprocesadores contarían con el doble de transistores.
Sin embargo, fue en el año 1975 cuando Moore realizó una actualización de su conocida ley, indicando que esta duplicación de transistores no tendría lugar cada año sino cada dos años a partir de la fecha.
Una ley con fecha de caducidad
Y lo cierto es que, 51 años después y teniendo en cuenta su modificación, la Ley de Moore se ha cumplido a la perfección, pero está claro que no todo es para siempre y buena muestra de ello es el hecho de que nos encontramos ante lo que podemos denominar su muerte oficial, y es que a partir de ahora dejará de cumplirse este patrón gracias a los nuevos avances tecnológicos.
No debemos olvidar que este concepto ha sido muy importante hasta la fecha, y es que los transistores tienen como objetivo manejar las unidades básicas de la informática que son los unos y los ceros, y esto significa que cuantos más transistores haya, la capacidad de procesamiento será mayor.
Las nuevas tendencias tecnológicas darán muerte a la Ley de Moore
Según la revista Nature, a partir del mes que viene esta Ley de Moore estará finiquitada por completo, y es que las nuevas estrategias para la creación de los próximos microprocesadores van a cambiar por completo.
En la actualidad, la tecnología utilizada para la fabricación de los procesadores es la conocida de 14 nm, un concepto que nos indica la distancia que existe entre los transistores. Para que os hagáis una idea, 1 m sería equivalente a 1.000.000.000 de nanómetros, o para poder asimilarlo algo mejor, 1 mm sería el equivalente a 1.000.000 de nanómetros.
Hay que tener en cuenta que conforme vamos reduciendo el espacio entre transistores, el calor aumenta considerablemente, razón por la cual se considera que una distancia menor de 14 nanómetros no permitiría disipar el calor de forma conveniente.
Por esa razón, a partir de ahora el concepto se basará en las aplicaciones del microprocesador, es decir, los microprocesadores se diseñarán en función del uso al que vayan a estar destinados, consiguiendo de esta forma mantener microprocesadores de dimensiones reducidas y respetando la distancia de 14 nanómetros.