Un sitio web es una poderosa herramienta que le permite a una empresa estar visible y comunicada con el mundo. Puede ser creado para dar a conocer un negocio, para ofrecer bienes y servicios, así como para compartir información, pasiones, arte, entre otros.
En este sentido, quienes pretendan crear un sitio web con la intención de ser vistos por cualquier persona en el mundo, requiere, aparte de adquirir un dominio y diseñar el sitio, de la contratación de un servicio de hosting en el cual serán almacenados todos sus archivos y contenido en general.
¿Qué es un hosting y para qué es necesario?
El hosting, es un lugar para hospedar sitios web o correos electrónicos. Se refiere al espacio que se ofrece para almacenar información, imágenes, vídeos, bases de datos o cualquier tipo de contenido, para que sea visible o accesible en Internet, mediante el uso del dominio o nombre único que lo identifica. Al introducir en el navegador el nombre de ese dominio podrá verse en Internet el sitio web que está alojado en el hosting y todo su contenido.
Ahora bien, si se requiere que un sitio web esté siempre disponible, es necesario contar con un hosting donde alojarlo. Esto se debe, a que un ordenador y una conexión doméstica a Internet no tienen suficiente capacidad para que un sitio web esté disponible para todo el mundo las 24 horas del día, para esto debe disponerse de un servidor propio y una muy potente conexión a Internet, la cual resultaría demasiado costosa. Esta es la razón principal por la que alquilar un servicio de hosting es la mejor opción.
¿Todos los hostings ofrecen lo mismo?
Definitivamente no, existen varios tipos de hosting que se adaptan a las necesidades de cada cliente: iniciar un blog, instalar una tienda online, controlar bases de datos muy extensas o un sitio web corporativo.
Un buen servicio de hosting ofrece diferentes planes que pueden adaptarse a los requerimientos de tráfico, espacio de almacenamiento, plataformas tecnológicas, soporte para herramientas, cantidad de sitios a alojar, cuentas de correo electrónico propias, etc.
El mercado ofrece una interesante variedad de servicios de hosting gratuitos y pagos, en ambas modalidades, algunos ofrecen solo el espacio y la plataforma para que el usuario coloque su sitio web y lo vincule con su dominio, mientras que otros ofrecen extras como herramientas para el diseño web, entre otras.
La mayor diferencia está en los tipos de servidores que son ofrecidos, hosting dedicados, compartidos, con sistema operativo, privado virtual, etc. Cada uno de estos tipos de alojamiento cuenta con diferentes posibilidades de servicio, y están especialmente diseñados para las necesidades de cada cliente.
Hosting compartido
Es una forma de alojamiento en el cual se alquilan determinados espacios individuales, a diferentes sitios web en un único servidor. De esta manera, cada cliente aloja allí su contenido, al mismo tiempo que comparte con otros usuarios los recursos, sin que puedan afectarse entre ellos.
Es decir, como si fuese un hotel, el edificio es el servidor, cada habitación es un hosting que es rentado a diferentes personas las cuales comparten la luz, el agua, el elevador y el servicio a la habitación.
Esto es posible porque cada uno tiene sus propios recursos garantizados, espacio de almacenamiento, uso del CPU, del procesador y de la memoria RAM, ancho de banda, dirección IP y transferencia mensual de datos.
Servidor dedicado
Es una forma más avanzada de alojamiento, ya que el servidor es alquilado para uso exclusivo de un solo cliente. Es como alquilar una casa, equivale a rentar la propiedad completa y los servicios son exclusivos.
En este tipo de alojamiento, los servicios son personalizados de acuerdo al sitio web de cada cliente, el espacio en disco, ancho de banda, uso de los componentes del servidor y la transferencia mensual de datos, son individuales para cada cliente.
El servidor dedicado incluye aplicaciones o componentes adicionales, como los derechos de administrador del servidor y la posibilidad de desarrollar al 100% proyectos de mayor complejidad.
VPS: Servidor privado virtual
Es como contratar un hosting compartido, pero con los beneficios de un servidor dedicado. Es un tipo de alojamiento que se caracteriza por ser un único servidor físico, pero que ha sido fraccionado en particiones lógicas, que tienen la capacidad de trabajar sin tener que compartir recursos con las demás cuentas.
De esta manera, cada VPS funciona con su propio sistema operativo, ofrece mayor flexibilidad, grado de rendimiento, espacio en disco y ancho de banda que un hosting compartido, sin la necesidad de contratar un servidor dedicado e incluso puede ser reiniciado por separado.
Servidor en la nube o cloud hosting
En este particular, el alojamiento funciona del mismo modo que la utilizan los usuarios de cuentas de correo para almacenar su información en la nube, la diferencia es, que aparte de almacenar el contenido, todos los procesos del sitio se ejecutan desde la nube. Y, que a diferencia de otros servicios de hosting que ya tienen paquetes predeterminados, en este particular solo se paga por los servicios que son utilizados.
Hosting SSD
Es un servicio de alojamiento que utiliza en sus servidores discos de estado sólido o SSD, en lugar de discos duros mecánicos o HDD. Los HDD están compuestos por piezas mecánicas que se mueven, mientras que los SSD almacenan los datos en microchips con memorias flash conectadas entre sí.
Gracias a esta composición, los SSD resultan mucho más veloces que los HDD, ya que inician un sistema operativo en la mitad del tiempo y, triplican ampliamente la velocidad de lectura y escritura de datos. Adicionalmente, al no poseer partes mecánicas, consumen menos energía, son más resistentes a la manipulación y movimientos, no emiten ruido y no sufren desgaste.
Este tipo de servicio ha ganado popularidad, y los prestadores de servicio de alojamiento web han estado adaptando sus servidores para mejorar la calidad del servicio que ofrecen.
En definitiva, el sitio web es la oficina virtual de una empresa, por lo que debe contratarse con un buen servicio de hosting que logre adaptarse a las necesidades del cliente y de los visitantes.