Últimamente estamos recibiendo muy buenas noticias acerca de las fantásticas utilidades que nos ofrecen las impresoras 3D para crear un mundo más igualitario y justo para con los menos favorecidos, aquellos que padecen algún tipo de minusvalía y, en general, para todos y cada uno de nosotros. Sin embargo, era difícil predecir que en tan poco tiempo se convirtiese en una utilidad para salvar vidas.
La mano protésica de Hayley Fraser
Una de las ventajas que nos han ofrecido las impresoras 3D es la posibilidad de cambiar la vida de Hayley Fraser, una niña que nació con una malformación que impedía que los dedos de la mano izquierda creciesen.
Gracias a E-Nable y los voluntarios que trabajan en este proyecto, ahora no sólo ha conseguido la movilidad y posibilidades de cualquier otro niño, sino que además también ha conseguido recuperar su autoestima y mirar al futuro con unos ojos distintos a los que nunca hubiese imaginado.
Pero esta no es la única utilidad que ayudará a cambiar el futuro, sino que hay otras muchas como las que vamos a ver a continuación.
Strati, el coche eléctrico
Hace unos días también hablamos de Strati, un proyecto de coche eléctrico construido con una impresora 3D que busca convertirse en un referente para los vehículos del futuro.
No sólo se premia en este sentido el hecho de que tan sólo esté formado por 49 piezas, sino que se busca llegar más allá y abaratar costes a la vez que reducir el consumo y la contaminación.
El corazón impreso para prácticas
Y siguiendo imparable su transcurso, una de las últimas aplicaciones que han servido para mejorar la vida gracias a las impresoras 3D es la utilización de este sistema para poder crear simulaciones de órganos que permiten realizar prácticas previas a una intervención quirúrgica.
El primer éxito de este sistema lo pudimos ver en un proyecto a través del cual se quería conseguir salvar la vida de un bebé que tan sólo tenía 15 días de edad, una intervención verdaderamente complicada que de otra forma apenas hubiese habido posibilidades de sacarla adelante.
La fundación sin ánimo de lucro que ha corrido con los gastos de fabricación de este corazón ha sido Matthew´s Hearts of Hope, y gracias a ello, los cirujanos tuvieron la posibilidad de practicar antes de llevar a cabo la operación.
El cráneo impreso en 3D
Otra de las noticias que sin duda nos alegraron hace un año fue el primer implante impreso con el que se consiguió reemplazar tres cuartas partes del cráneo de un paciente, lo que sin duda ha contribuido para que próximamente se proceda a la creación del dispositivo facial OsteoFab.
La vértebra impresa en 3D
Y terminando ya con algunas de las principales contribuciones de las impresoras 3D, también tenemos el caso en el que la Universidad de Pekín consiguió implantar con éxito una vértebra impresa a un niño de tan sólo 12 años y que precisaba de una intervención debido a la aparición de un tumor maligno en su médula espinal.