Navegar por Internet supone muchos riesgos a los que nos vamos enfrentando cada día, pero lo peor de todo es que estos riesgos van evolucionando, hasta el punto que, aunque pensemos que estamos cubriendo todas y cada una de las medidas de seguridad necesarias, en realidad siempre hay algún hueco que desconocemos. Un buen ejemplo de ello son los teclados inalámbricos, un sistema que ofrece una fantástica comodidad y nos aleja de los molestos cables, pero que a la vez también se pueden convertir en un serio riesgo para algunos internautas.
La obtención de contraseñas
Existen muchos riesgos en la Red, pero uno de los más frecuentes y temidos es el hecho de que terceras personas puedan adivinar nuestras contraseñas de cualquier tipo de cuenta.
Con esto no sólo pueden suplantar nuestra identidad, sino también tener acceso a información privada o incluso pueden robar dinero de nuestras cuentas bancarias… en definitiva, se trata de un importante riesgo que diariamente intentamos evitar utilizando los últimos antivirus, evitando poner nuestros datos en webs poco fiables, etc.
Sin embargo, ahí está, tan calladito y sin molestar a nadie… ¿quién iba a pensar que nuestro teclado inalámbrico se iba a convertir en un enemigo?, o mejor dicho, en la puerta de entrada para los delincuentes informáticos.
En qué consiste el riesgo
El problema que nos encontramos es el hecho de que nuestro teclado no utilice cifrado, de forma que no estaría encriptando la información que se trasvasa desde el propio teclado y el ordenador, de forma que, todo aquel que pueda acceder a esa señal, tendría la capacidad de saber en todo momento lo que estamos tecleando.
Tranquilos, si estáis apartados del delincuente, no podrá hacerlo, pero hay que tener en cuenta que, según un estudio de Bastille, conocida firma de seguridad, el radio de hackeo podría ser ampliado hasta unos 75 m, y en algunos casos incluso más, lo que significa que desde los edificios colindantes o incluso el propio podrían estar capturando nuestra información sin que nos diésemos cuenta.
Estas capturas se llevan a cabo con unas aplicaciones que son denominadas Sniffers, las cuales tienen la capacidad de obtener datos y conocer las contraseñas y cualquier detalle que tecleemos en nuestro teclado inalámbrico o cualquier otro sistema que funcione de forma inalámbrica, como por ejemplo el WiFi.
¿Son todos los teclados inalámbricos peligrosos?
La gran mayoría de teclados inalámbricos se encuentra en riesgo por esta práctica, pero tenemos dos posibilidades: la primera es irnos al campo, bien apartados, cada vez que tengamos que teclear algo importante, y la segunda y más viable, sería directamente hacernos con un teclado inalámbrico con cifrado incorporado.
Eso sí, tras el anuncio, los fabricantes se están poniendo manos a la obra para ofrecer nuevos parches de seguridad que ofrezcan la protección que necesitamos, por lo que todavía no tiréis vuestro teclado, y menos si es nuevo, ya que esperamos que pronto se solucione el problema y la gran mayoría de teclados inalámbricos ofrezcan protección contra este tipo de amenazas externas que tanto nos preocupan.