Existe un error bastante generalizado, y es que pensamos que cuando apagamos cualquier electrodoméstico, el consumo se reduce a cero. Sin embargo, lo cierto es que mientras permanece enchufado mantiene un pequeño consumo que vale la pena conocer. Hoy vamos a dar una serie de consejos para evitar el consumo fantasma, es decir, esos vatios que se escapan y que nos acaban costando dinero sin que estemos dando una verdadera utilidad al aparato.
Qué es el consumo fantasma
El consumo fantasma es aquel que se produce cuando un aparato está enchufado pero apagado. Dicho consumo se produce siempre que el enchufe esté conectado a la red eléctrica, pero aumenta considerablemente si lo dejamos en modo stand by.
Aunque no nos demos cuenta, estos vatios se van acumulando a lo largo del año, y pueden llegar a suponer incluso más de 100 € de consumo que podríamos habernos ahorrado, una cifra sin duda muy a tener en cuenta y que podemos corregir con tan sólo prestar atención a una serie de consejos.
Por qué se produce el consumo fantasma
El consumo fantasma fundamentalmente se debe a que los aparatos cuentan con un transformador que se encarga de pasar de los 230 V al voltaje necesario para el aparato. Para ello encontramos dos bobinas, manteniéndose siempre una de ellas conectada a la red eléctrica y produciendo el consumo debido a la resistencia.
Además, muchos otros aparatos también incluyen pequeños pilotos, pantallas digitales, etcétera que se mantienen conectados incluso cuando los hemos apagado, y aunque no lo parezca, todos estos elementos también suponen un importante consumo a lo largo del año.
Si empezamos a hacer números no es difícil que estemos gastando más de 100 € de electricidad sin aprovechar, por lo que es importante que pongamos remedio a esta situación.
Cómo evitar el consumo fantasma
En primer lugar debemos tener en cuenta que cualquier aparato que esté enchufado ya consume una mínima cantidad de electricidad aunque esté totalmente desconectado. Por ejemplo, aunque apaguemos la impresora con el botón de apagado, al estar enchufada sigue consumiendo energía.
Evidentemente, el consumo es tan reducido que se considera depreciable, pero el problema viene cuando son varios los aparatos que tenemos enchufados las 24 horas del día.
Por ello, lo ideal sería que cada vez que no utilicemos cualquier tipo de aparato lo desenchufemos de la red eléctrica. Como esto puede ser complicado, en el mercado existen dispositivos muy interesantes que nos permiten cortar por completo la corriente mediante un mando a distancia. Es decir, en el momento en el que terminemos de ver la televisión, desconectamos este dispositivo de forma remota (puede estar detrás de un mueble) y ya podremos estar tranquilos y saber que no estamos gastando electricidad innecesaria.
Por otra parte, en ningún caso deberemos dejar los electrodomésticos y dispositivos en stand by, ya que el aumento de consumo será considerable.
Los aparatos que mencionamos antes también suelen ofrecer un medidor de consumo eléctrico, el cual nos puede ser de gran utilidad para comprobar incluso que realmente, cuando cualquier dispositivo está apagado, sigue gastando dinero de forma innecesaria.