Por lo general, todo el mundo es consciente de que acceder a internet a través de nuestro ordenador, puede conllevar la aparición de virus o hackeos, por lo que solemos instalar programas preventivos para evitar que esto nos ocurra.
Sin embargo, dado que a través de los smartphones se tiene una conexión continúa a internet y realizamos muchas acciones peligrosas a través de ellos, tales como realizar compras online o visualizar las apps bancarias y realizar operaciones con nuestras cuentas corrientes, los ciberdelincuentes también están al acecho en estos dispositivos, y pueden ser pirateados de distintas formas.
Por ello es importante que tengas en cuenta estos consejos para verificar que no te esté ocurriendo, así como saber qué hacer si te hackean el móvil y qué pasos debes seguir.
Comprobar estos códigos
Una de las acciones sencillas que puedes realizar en tu smartphone para saber si está siendo víctima de hackeo, es teclear alguno de los siguientes códigos:
*#62#
Con este código puedes comprobar si las llamadas están siendo redirigidas y hacia dónde.
##002#
Con este código desactivas los posibles desvíos de llamadas que los hackers pueden haber activado por medio de alguna estafa.
*#21#
Con esta secuencia podemos comprobar si los mensajes, datos o llamadas se están interceptando o desviando a otro número, a través de una pantalla que nos mostrará dichos datos.
*#06#
Por último, este código se utiliza para conocer el IMEI del smartphone, que nos sirve, por ejemplo, para bloquear el terminal en caso de pérdida o robo.
Revisar el envío y recepción de mensajes
Una de las señales de alerta para detectar si tu móvil está siendo hackeado es la entrada o salida de mensajes desconocidos.
Un modo habitual de los ciberdelincuentes de actuar es enviar un mensajes en nombre de un operador, y solicitar algún código para obtener un beneficio, premio, o regalo, usando este cebo como trampa para robar tu cuenta en redes sociales o aplicaciones como WhatsApp y así contactar en tu nombre con tus contactos.
Igualmente, es crucial revisar de vez en cuando nuestro historial de llamadas con la operadora, quien nos puede facilitar un listado de las mismas, ya que algunos malware pueden manipular el registro de llamadas.
Controlar las notificaciones
Es importante que permanezcas alerta a las notificaciones que recibes, tanto las del sistema como las relacionadas con aplicaciones, sobre todo si no te suena que seas tú quien las ha instalado o aparecen de forma continua.
Asimismo, también debes prestar atención a las notificaciones desactivadas. Por ejemplo, si recibes WhatsApp o mensajes en Telegram y tu móvil no te avisa de ello, debes verificar la configuración y los ajustes.
Vigilar las aplicaciones que tienes instaladas
Otro consejo para detectar posibles hackeos o averiguar si alguien está espiando tu teléfono, es vigilar las aplicaciones que tienes instaladas. En tus ajustes aparecerá un listado de todas ellas, y puedes eliminar aquellas que o bien no usas nunca, o no recuerdas haber instalado.
Asimismo, también es importante comprobar qué permisos tiene cada una de ellas, como sí tienen permitido el acceso a la cámara, al micrófono o a la galería.
Comportamientos extraños en tu dispositivo
Por último, aunque no es sencillo detectar con un 100 % de seguridad si estás siendo espiado, lo puedes intuir si detectas alguno de los siguientes comportamientos extraños en tu dispositivo.
El primer “síntoma” es que las ventanas se “muevan” solas. Es decir, que el terminal se apague o se reinicie sin aviso y sin que tú hayas hecho nada. O bien que se abran aplicaciones de forma automática o que tarden demasiado en cargar.
Por otro lado, también es sospechoso el sobrecalentamiento del smartphone que no es usual. Es decir, si tú no lo estás usando, ni lo tienes al sol o cerca de una fuente de calor y, sin embargo, compruebas que está caliente. Esto puede ser porque esté realizando actividades en segundo plano a tus espaldas.
También debes controlar la autonomía de tu teléfono, es decir, el tiempo de duración de la batería. Debes tener en cuenta que aplicaciones como el GPS y el Bluetooth, el uso de juegos y el brillo muy alto hacen que la batería se consuma más rápido. Si no usas nada de esto, y aun así cada vez te dura menos, es otro síntoma de sospecha.
En conclusión, es importante que tengas en cuenta estos consejos para la seguridad de tu móvil y, en caso de sospecha, eliminar aplicaciones sospechosas y restablecer los valores de fábrica.