Muchos de vosotros recordaréis que, a finales del año 2012, las bombillas incandescentes, las primeras y originales creadas por Thomas Edison, fueron prohibidas en Europa tras más de 130 años alumbrando nuestros hogares, y ahora le ha tocado el turno a las bombillas halógenas o focos halógenos, los cuales deberán estar fuera de las estanterías a partir de mañana tras entrar en el mes de septiembre.
En busca de una alternativa más ecológica
Lo cierto es que, al menos según se informa desde Europa, el objetivo de estas prohibiciones se debe a la búsqueda de alternativas que sean más sostenibles con el medio ambiente, buscando la utilización de materiales reciclables, una vida útil más larga y sobre todo un menor consumo del que presentaban las viejas bombillas y los halógenos.
Este nuevo paso forma parte de la campaña de la Unión Europea para forzar a la adquisición de estas nuevas soluciones, consiguiendo así obtener una mayor eficiencia con un menor consumo.
Las nuevas alternativas en iluminación
En ese sentido, vamos a hacer uso de nuevas alternativas, sí, pero, ¿cuál de ellas es la más recomendable?
Pues lo cierto es que tenemos un abanico bastante amplio entre el que elegir, pero en cualquier caso, la alternativa más eficiente y a la que evidentemente se inclina la balanza son las luces LED.
No obstante, muchos son los que optan por otras opciones a día de hoy, y es que no debemos olvidar que, pese a los buenos resultados, el escaso consumo, la mejora en iluminación, la posibilidad de intercambiar entre distintas tonalidades en función de nuestras necesidades, y la larga vida útil de estas nuevas bombillas LED, por el momento todavía no son suficientemente ajustadas en cuanto a precio se refiere.
Eso sí, hay que tener en cuenta que tras esto, se estima que la venta irá aumentando, lo que siempre hace que crezca la competencia y por tanto los precios tiendan a normalizarse, por lo que esta estrategia no sólo servirá para reducir el consumo eléctrico y disminuir los residuos, sino que también nos ayudará a hacer más asequibles estas nuevas bombillas con tecnología LED.
Para que os hagáis una idea, conseguir la misma iluminación que con una bombilla de 60 W, utilizando LEDs, tan sólo necesitaremos unos 10 W. Esto significa que, con el mismo consumo, podremos tener seis veces más iluminación en nuestro hogar. Imaginad por un momento que, la luz encendida en una única habitación, ahora pasará a ser el mismo consumo que si tenemos seis habitaciones iluminadas, lo cual es sin duda un cambio importante para la factura eléctrica.
Eso sí, mientras tanto, siempre nos quedará el recurso de los tubos fluorescentes, una alternativa que ha venido funcionando sin problemas desde hace ya mucho y que, gracias a ello, a día de hoy es mucho más asequible y adaptable a prácticamente cualquier necesidad, encontrando distintas tonalidades, formas y tamaños.
En definitiva, las luces halógenas en Europa pasarán a despedirse de las estanterías de nuestros comercios, como ya lo hizo la bombilla incandescente, a partir de este próximo mes de septiembre.