Ya está aquí la vuelta al cole, y para ayudaros a tomar la decisión acertada, os vamos a dar algunos consejos para comprar un ordenador portátil para la vuelta al cole.
El tamaño de portátil más adecuado
Lo primero que tenemos que hacer es analizar el tamaño de portátil más indicado en función del trabajo que tengamos pensado realizar.
En este sentido, evidentemente deberemos prestar atención a la pantalla, es decir, cuanto mayor sea la pantalla, mayor será el tamaño y el peso de nuestro equipo informático.
Evidentemente estamos hablando de un ordenador portátil, por lo que en la medida de lo posible buscaremos un tamaño reducido y un peso inferior, y no debemos olvidar que en casa siempre podremos tener a nuestra disposición un segundo monitor para disponer de más espacio sin por ello comprometer la comodidad durante el transporte.
No obstante, hay trabajos para los que no nos queda otra que optar por una pantalla grande, como son los relacionados con el diseño, pero siempre que podamos evitarlo, o nuestro equipo esté pensado para trabajos habituales como consultas por Internet, procesamiento de textos y similares, lo ideal es algo reducido y fácil de transportar.
El tipo de portátil
En la actualidad, además del portátil tradicional con forma de concha, también podemos optar por los interesantes ordenadores portátiles convertibles, una alternativa sobresaliente ideal para prácticamente cualquier usuario.
Se trata de un ordenador portátil conformado por un monitor y un teclado, de forma que podemos unirlos y tener un ordenador portátil normal y corriente, o separarlos y llevar con nosotros sólo la pantalla a modo de tableta.
Esta opción nos permite una mejor portabilidad, adaptándose sin problemas a cualquiera de nuestras necesidades, pero también es cierto que se trata de equipos algo más caros, algo que hay que considerar.
Potencia del portátil
Y por supuesto también deberemos prestar atención a la potencia y a la autonomía.
Un ordenador más potente, generalmente también será ligeramente más pesado, aunque no siempre se cumple esta máxima. La que sí se cumple es que será más caro.
Deberemos elegir un micro que se adapte a nuestras necesidades, y para la mayor parte de los casos, con un microprocesador del tipo i5 vamos a ir más que sobrados, y más si se trata de un equipo pensado fundamentalmente para estudiar y para ofimática.
Con una tarjeta gráfica integrada también tendremos bastante, salvo si necesitamos mover muchos gráficos (por ejemplo lo queremos también para juegos de última generación), realizamos trabajos de diseño gráfico, etc., en cuyo caso es importante analizar la posibilidad de incluir una tarjeta gráfica más profesional.
En cuanto a discos duros, la mejor opción es el SSD. Incluso si tenemos que renunciar a algo de espacio, no olvidéis que invertir en un SSD es invertir en velocidad, y no hay a día de hoy nada que aumente tanto la velocidad de funcionamiento de nuestro equipo que cambiar el disco duro tradicional por este nuevo formato.
Incluso con un microprocesador sencillo, un ordenador con SSD funcionará muchísimo más rápido que un micro caro y muy potente pero con disco duro mecánico.