Los smartphones son teléfonos inteligentes que a día de hoy están muy extendidos a lo largo de todo el mundo, de manera que habréis podido observar que prácticamente todo el mundo tiene uno o incluso más de uno en sus bolsillos. Sin embargo, tomar una decisión acerca de cuál es el teléfono que mejor va a cubrir nuestras necesidades no es algo precisamente sencillo, muy especialmente si no tenemos demasiados conocimientos en relación con las características de estos terminales. Por esa razón os hemos preparado este tutorial con el que vamos a intentar ayudaros a que encontréis el smartphone perfecto en función de vuestras necesidades.
Elige un tamaño de pantalla que se adapte al uso que haces del dispositivo
Una de las primeras cosas que hacemos a la hora de elegir un nuevo smartphone es precisamente analizar el tamaño de la pantalla, y es que en el mercado tenemos la posibilidad de elegir modelos que tienen pantallas que generalmente van desde las cuatro pulgadas hasta las seis pulgadas, aunque por supuesto también podemos encontrar tamaños inferiores y superiores, pero básicamente consideramos que esta es la horquilla perfecta en la que nos debemos mantener para la mayor parte de usuarios.
Pues bien, el tamaño de la pantalla va a depender de nuestras necesidades, es decir, del uso que vayamos a hacer del dispositivo, ya que debemos tener muy en cuenta que una pantalla de mayores dimensiones va a requerir una mayor resolución para ofrecernos la misma calidad de imagen que otra pantalla más pequeña, de la misma forma que, cuanto mayor sea la pantalla, también será mayor el consumo, con lo cual debemos tener claro si realmente nos interesa tener mucha superficie de escritorio o, si tan sólo vamos a utilizar el teléfono para llamar y de vez en cuando para utilizar alguna aplicación pero sin demasiada frecuencia, entonces quizás nos interesa una pantalla más reducida puesto que vamos a aumentar la autonomía, disminuiremos el coste del terminal, y por supuesto no necesitaremos tanta resolución.
No obstante, si le das un uso frecuente a la hora de moverte por las redes sociales, utilizas aplicaciones y juegos con frecuencia, te gusta navegar o incluso leer libros en tu dispositivo, entonces en ese caso deberíamos plantearnos algo a partir de las 5,5 pulgadas, ya que esta es una medida perfecta para poder desenvolvernos sin limitaciones.
Y por supuesto también hay que tener en cuenta el tipo de pantalla que vamos a encontrarnos, es decir, hay a día de hoy dos alternativas principales que son las pantallas LCD y las pantallas AMOLED, y en este sentido con las AMOLED vamos a conseguir mejores colores, pero por supuesto la elección de una u otra país también enfocada a si realmente necesitamos esa gran saturación o, por el contrario, para el uso al que lo destinamos nos sirve algo sencillo.
Para terminar, en materia de resolución siempre es recomendable optar por la máxima posible, pero igualmente si no utilizamos apenas las aplicaciones y juegos de dispositivo, no vemos películas ni navegamos, entonces es algo que tampoco nos va a preocupar demasiado, pero como tarde o temprano podemos querer ver algún vídeo o cualquier otra alternativa, en este caso nunca deberemos descender de HD, mientras que lo ideal es optar por FullHD o incluso resoluciones superiores.
Busca un buen equilibrio con el procesador
De la misma forma que tenemos que elegir una pantalla que se adapte a nuestros usos, el procesador también debe cumplir con una serie de condiciones, y es que no siempre más potencia es sinónimo de un mejor móvil.
Si vamos al primer caso, es decir, al usuario que apenas utilizar el teléfono más que para hablar y que ocasionalmente utiliza alguna aplicación o juego, lo habitual es que con un procesador sencillo tengamos de sobra, mientras que si utilizamos con mucha frecuencia todo tipo de herramientas y entretenimiento ya sean juegos, vídeo, etc., o incluso somos de los que tenemos muchas aplicaciones activas a la vez, entonces debemos buscar un microprocesador que tenga la mayor cantidad posible de núcleos y, por supuesto, también una buena velocidad para cada uno de ellos.
Evidentemente, cuantos más núcleos tengamos nos podemos permitir reducir la velocidad en cada uno de ellos, ya que las aplicaciones se van a repartir uniformemente entre los distintos núcleos, por lo que siempre va a funcionar más rápidamente y con una mayor fluidez un dispositivo con muchos núcleos que con pocos núcleos aunque estos sean muy potentes.
Por otra parte también queremos recordaros que un procesador con más núcleos y más potencia también va a consumir más, es decir, vamos a reducir la autonomía de nuestro dispositivo por lo que, si tan sólo queremos el smartphone para llamar y poco más, ¿no nos interesa más disfrutar de la máxima autonomía que de la máxima potencia?
Sin olvidar también que un micro con más potencia a su vez también se calienta más, algo que debemos tener muy en cuenta sobre todo en verano.
Pero mucho cuidado con esto, ya que eso no significa que un micro menos potente siempre va a ser más económico en materia de consumo eléctrico, ya que dependen mucho del desarrollo, es decir, si nos vamos a un microprocesador que ya tiene muchos años en el mercado, seguramente va a tener mayor consumo, se va a calentar más y tendrá menor potencia que un procesador actual, por lo que a la hora de realizar las comparativas es muy importante que tengamos en cuenta estos detalles y busquemos una opción que realmente sea equilibrada.
Opta por una tarjeta gráfica bien optimizada
Al igual que ocurre con los ordenadores, los teléfonos móviles también tienen tarjeta gráfica, y en este sentido hay que tener en cuenta que vamos a encontrar diferentes modelos que se incorporan a cada uno de los teléfonos que van saliendo al mercado.
Es importante tener en cuenta que una tarjeta gráfica de mayor potencia está especialmente pensada para los que vais a reducir mucho contenido multimedia o vais a utilizar con mucha frecuencia los videojuegos, de manera que si no es vuestro caso, optar por una tarjeta gráfica sencilla va a ser más que suficiente, ya que básicamente no vais a tener problemas de soporte.
Además, al igual que ocurre con el microprocesador, cuanto más potente es la tarjeta gráfica, más batería consume, además de que también calienta más el dispositivo, por lo que tan sólo vamos a optar por modelos que tengan tarjetas gráficas muy avanzadas si realmente les vamos a dar ese uso, ya que de lo contrario al final lo único que estaremos haciendo es no sacarles el partido necesario, a la vez que estaríamos mermando la autonomía de forma innecesaria.
¿Cuánta memoria interna vas a necesitar realmente?
Ahora pasamos a la memoria interna, es decir, la memoria de almacenamiento, y en este sentido también va a depender del uso que hagamos el dispositivo y otro pequeño detalle que también hay que tener en cuenta, que es precisamente la posibilidad de añadir una tarjeta microSD.
Evidentemente, al tener la posibilidad de añadir una tarjeta, la memoria interna no nos va a preocupar tanto, pero en general hay que tener en cuenta que aquí no vamos a tener problemas en materia de autonomía, por lo que básicamente, cuanta más memoria interna tengamos, incluso si podemos incluir una tarjeta microSD, mucho mejor, salvo por supuesto si queremos buscar ahorrar al máximo de la compra de nuestro teléfono inteligente, en cuyo caso evidentemente un modelo con menos almacenamiento interno será también más económico, y si no vamos a instalar demasiados juegos o aplicaciones, tendremos más que de sobra.
Básicamente, nuestra recomendación es que busquéis modelos que cuenten con una memoria interna que nunca sea inferior a 8 GB, y en la medida de lo posible optéis a partir de 16 GB, ya que recordad que poco a poco las aplicaciones van ocupando más espacio, por lo que, si queréis disfrutar muchos años de vuestro dispositivo, es importante que tengáis un almacenamiento que sea adecuado y que os pueda responder el día de mañana.
En este sentido recordamos que a día de hoy podemos encontrar incluso hasta más de 256 GB de almacenamiento, pero por supuesto, estas cantidades tan sólo están pensadas para aquellas personas que van a almacenar una gran cantidad de documentos, archivos digitales como vídeos, etc., ya que de lo contrario estaríamos tirando el dinero puesto que realmente es complicado llegar a ocupar tanto en el dispositivo antes de que finalice su vida útil.
La memoria RAM, un punto clave que hay que tener en cuenta
También tenemos el otro tipo de memoria que es la memoria RAM, y como sabéis básicamente se trata de una memoria de almacenamiento temporal, es decir, mientras que la memoria interna o memoria de almacenamiento tenemos todos los archivos necesarios para utilizar en nuestros dispositivos, los cuales son desde las imágenes hasta los documentos, archivos de las aplicaciones y juegos, etc., en el caso de la memoria RAM no tenemos ningún archivo metido, sino que básicamente, cuando ejecutamos cualquier tipo de programa, aplicación o incluso el propio sistema operativo, automáticamente en esta memoria se almacenan una serie de datos que el sistema considera que va a necesitarlos con mucha frecuencia.
Esto se hace con el objetivo de poder agilizar los procesos, ya que en lugar de estar buscando la información cada dos por tres en el disco duro, de esta forma lo tiene mucho más a mano y, por lo tanto, todo se hace con mayor agilidad, consumiendo menos batería y por supuesto calentando menos el dispositivo.
En materia de memoria RAM, en el caso de un teléfono muy sencillo partiríamos de 512 MB, es decir, 0,5 GB de memoria RAM, lo cual ya os decimos de antemano que es algo excesivamente escaso, es decir, aunque vuestra idea no sea la de utilizar demasiadas aplicaciones y juegos, esta memoria RAM se os va a quedar muy limitada con los sistemas operativos actuales.
Por ello, nuestra recomendación es que optéis por dispositivos a partir de 1,5 GB, aunque por supuesto también vais a poder encontrar modelos de 1 GB, muy justito pero válido, y por supuesto hasta 4 GB con lo que ya tendréis una memoria suficiente para cualquier tipo de uso.
Estudia si necesitas una cámara de buena calidad o te sirve algo más sencillo
Otro aspecto también muy importante es la cámara o, mejor dicho, las cámaras, y por supuesto aquí también vamos a tener una horquilla bastante interesante en base a la resolución, ya que generalmente podremos partir de los 3 Mpx e incluso encontrarnos dispositivos con más de 20 Mpx en su cámara.
Eso sí, es un error que pensemos que una cámara va a ser mejor en función de los megapíxeles. Los megapíxeles son básicamente la resolución máxima a la que podemos conseguir la imagen, pero la óptica de la Cámara es lo que verdaderamente nos va a ofrecer una mejor calidad. Es decir, la mayor parte de las fotografías que hacemos con nuestros teléfonos móviles no van a necesitar una resolución de más de 20 Mpx puesto que no vamos a necesitar ampliar la tanto como para que precisemos de una resolución tan alta que evite que la imagen se estropee al estirarla.
Por esa razón, para la mayor parte de usos, con alrededor de 5 Mpx vamos a tener suficiente, aunque por supuesto siempre es recomendable optar por algo alrededor de los 10 Mpx, y por supuesto asegurarnos de que la óptica que monta nos ofrece una verdadera calidad.
Presta mucha atención a la autonomía de tu dispositivo
Y finalizamos con la autonomía del dispositivo, uno de los aspectos más importantes que debemos tener en cuenta independientemente del uso que vayamos a hacer de nuestro dispositivo.
Está claro que en este sentido nuestro objetivo es el de buscar un terminal que tenga una batería con la mayor cantidad de mAh que sea posible (os recomendamos que partáis de baterías de 3000 mAh), ya que esta cifra es la que nos indica la capacidad de la batería.
Sin embargo, a partir de los mAh no podemos deducir el tiempo que vamos a tener funcionando nuestro dispositivo, ya que esto va a depender mucho del consumo de cada uno de los terminales, es decir, si hemos optado por un smartphone con la pantalla pequeña, un microprocesador de nueva creación pero sin demasiada potencia, una tarjeta gráfica sencilla, etc., entonces estos 3000 mAh nos van a garantizar muchísimas horas de autonomía, mientras que si optamos por una pantalla de 6 pulgadas, un microprocesador muy potente, una tarjeta gráfica de gran potencia y utilizamos muy a menudo el dispositivo para ver películas, jugar, etc., entonces estos 3000 mAh se nos van a quedar bastante cortos.
Básicamente estos son los consejos que os damos y que debéis tener en cuenta a la hora de elegir un buen teléfono inteligente o smartphone, pero en este sentido también os queremos recordar que los nuevos terminales también incluyen algunas características y funcionalidades que os pueden resultar interesantes, con lo cual os recomendamos que las tengáis en cuenta también a la hora de tomar una decisión adecuada acerca de cuál es el mejor smartphone 2018 que cubra todas vuestras necesidades.