A continuación os vamos a dar algunas pautas que esperamos os sean de utilidad a la hora de tomar una decisión para adquirir un escáner, y es que cada vez es más frecuente que necesitemos hacer uso de estos sistemas ya sea para digitalizar documentos o incluso hacer copias de seguridad de nuestras fotografías antiguas.
Qué tipo de escáner elegir
O primero que tenemos que analizar ese tipo de escáner que vamos a necesitar.
básicamente vamos a encontrar tres posibilidades que son los escáneres manuales, los escáneres planos y los escáneres con alimentador de documentos.
Fundamentalmente tan sólo se van a diferenciar en el modo en el que se lleva a cabo el proceso de escaneo. En el caso de los escáneres planos, lo que haremos será introducir el documento para escanearlo sobre una superficie acristalada bajo una capa. Los escáneres con alimentador de documentos utilizan un proceso muy similar pero resultan más cómodos ya que tan sólo tenemos que colocar los documentos una bandeja y el propio escáner se encargará de ir cogiéndolos uno a uno.
Finalmente tenemos los escáneres de mano que suelen ser algo más incómodos a la hora de utilizarlos pero garantizan la máxima portabilidad y unos resultados bastante profesionales en algunos casos.
Elegir la resolución del escáner
En este sentido hay que tener en cuenta que cuanto mayor sea la resolución del escáner mejor será la calidad de las imágenes escaneadas. Básicamente, cuantos más puntos por pulgada (ppp o dpi) tenga mejor será el resultado.
Sensor CCD o sensor CIS
Otro aspecto importante que deberemos analizar es el tipo de sensor que deberá incluir nuestro escáner. Generalmente con el objetivo de abaratar costes, el sensor más habitual es el denominado CIS, pero si lo que estamos buscando es la máxima calidad sobre todo a la hora de escanear imágenes, la opción más recomendable sería la de utilizar un sensor CCD.
La profundidad de color del escáner
Generalmente vamos a encontrar una profundidad de 24 bits, pero es importante que también existen otros modelos que tienen la capacidad de trabajar con hasta 48 bits.
Igualmente, cuantos más bits, mejor será el resultado, ya que permite que la transición entre tonalidades muy similares sea suave y ofrezca una mayor naturalidad. Este aspecto debe ser tenido en cuenta muy especialmente cuando vamos a escanear imágenes y documentos donde buscamos una buena fidelidad en cuanto a color se refiere.
La velocidad de escaneo
Otro aspecto, quizás menos importante en la mayor parte de los casos, es la velocidad con la que se lleva a cabo el escaneo de un documento o imagen.
Evidentemente, si habitualmente no solemos utilizar el aparato sino que lo tenemos en el hogar y le damos un uso ocasional, básicamente la velocidad tampoco es algo que nos vaya a preocupar demasiado, pero si diariamente estamos realizando escaneos y utilizamos este aparato con frecuencia entonces sí vale la pena la inversión en una máquina más rápida.
Tipo de conexión del escáner
Finalmente también vamos a prestar mucha atención al tipo de conexión. En este sentido, en la mayor parte de los casos vamos a encontrar una conexión USB, pero actualmente cada vez es más frecuente que los escáneres nos permitan una conexión mediante Wi-Fi, lo cual puede resultar muy cómodo ya que varios equipos pueden trabajar con un mismo escáner a la vez que podremos colocarlo a cierta distancia de cada estación de trabajo.