Aunque no sepas que es, posiblemente ya has visto estas siglas en muchos sitios: VPN. Muchos servicios de descarga de archivos, streaming y demás recomiendan contar con un VPN para hacer uso de sus servicios.
Mientras unos recomiendan el uso de esas VPN otros indican que sería bueno hacer uso de un proxy. ¿Pero sabes qué son estos términos? Tanto uno como otro ayudan a camuflar la conexión, y en el caso de las Virtual Private Network también se consigue mejorar la seguridad de la conexión a internet.
VPN vs Proxy: ¿qué diferencias tienen?
No es para nada difícil discernir entre uno y otro, ¿pero tienen diferencias? Mientras que una VPN es una completa red de servidores privados que ofrece distintas características a sus usuarios (entre ellas el servicio de proxy), el proxy ofrece una única opción.
Un proxy sirve para camuflar la conexión a internet, a un servicio o a un sitio web. ¿Qué se consigue con ello? Para poder hacerlo se conecta a un servidor distinto para modificar la dirección IP, camuflando la dirección del dispositivo desde el que el usuario se conecta. Gracias a ello, además de ocultar el origen de la conexión, también se puede modificar el lugar desde el que se conecta. ¿Para qué sirve esto? Gracias a ello se pueden saltar bloqueos por ubicación a distintos servicios.
Los proxys llevan años entre nosotros, aunque últimamente han tenido un mayor uso. Un claro ejemplo de cómo funcionan es lo que han hecho muchos usuarios con Netflix. Cuando el servicio de streaming sólo estaba disponible en Estados Unidos y unos pocos países más, los usuarios que querían disfrutar de su contenido tenían que conectarse a un proxy con ubicación en uno de los países permitidos. De esta forma se podía esquivar el bloqueo y podían disfrutar de lo que ofrecía Netflix.
VPN – Virtual Private Network
Ya sabes lo que es un proxy y que, por norma general, esta característica se encuentra dentro de las posibilidades de una VPN. ¿Pero qué es una VPN? VPN son las siglas de Virtual Private Network, o Red Virtual Privada.
Las VPN son redes de servidores que pueden estar distribuidos a lo largo y ancho del planeta de forma virtual, aunque físicamente se encuentran en un mismo sitio (generalmente en países en los que las leyes de protección de datos son estrictas y no se requieren a las empresas a facilitar datos de sus usuarios).
Una de las ventajas más características de estos servicios es la privacidad. Tanto de la información que se registra al utilizar los servicios como la que se comparte con organizaciones gubernamentales o de seguridad cuando éstos la requieren. Pero no se limita a ello. También cuentan con un gran nivel de seguridad para preservar la privacidad de los usuarios a la hora de navegar.
Sabiendo que se enfocan en la privacidad, ¿qué otras funciones tienen los VPN? Al tratarse de una especie de ‘suites’ para la conexión a internet, las redes virtuales privadas cuentan con características muy interesantes.
Tunelización de la conexión
Para poder conectar a sus usuarios a internet de forma segura, los VPN crean un túnel entre la conexión del usuario, la conexión VPN y la conexión a internet que se realiza a través de su cliente. De esta forma se consigue crear un entorno seguro y difícil de quebrantar para los hackers y demás personas que quieran interceptar la información que se transmite entre tu equipo y los sitios y servicios que visitas.
Evita la censura y bloqueos
Una de las grandes ventajas de las VPN es que permiten evitar la censura que, en ocasiones, imponen los proveedores de servicios de internet y algunos gobiernos. Haciendo uso de las VPN se pueden evitar las censuras, así como los bloqueos geográficos de contenido.
Privacidad y seguridad
Mientras el mundo de internet está sumido en el caos con el tema de la privacidad, aquellos que hacen uso de las redes virtuales privadas pueden disfrutar de una mayor privacidad y seguridad gracias a la tunelización y la encriptación de la información que se envía a través de sus servidores. Además, hacen uso de distintos protocolos que hacen que sean prácticamente invulnerables. Los más seguros hacen uso de la encriptación AES-256, que ofrece el nivel de encriptación más seguro disponible.