Seguridad informática: protege tu integridad y la de tus hijos pequeños

Nuestra manera de entender el mundo ha cambiado radicalmente desde que la tecnología ha pasado a ocupar un puesto central en la estructura social. En la actualidad, disponemos de una ingente variedad de recursos destinados a hacernos la vida más sencilla, conectando a todo el planeta a través de internet. Sin embargo, con todas estas ventajas han nacido nuevos riesgos de los que debemos ser conscientes, evitando sufrir las consecuencias de potenciales ciberdelincuentes. Proteger nuestras cuentas de redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea, así como prevenir perjuicios que terceros pueden cometer contra nuestros pequeños son acciones esenciales, abogando así por una responsabilidad tecnológica.

Protege tus cuentas en redes sociales

Las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea están consideradas como dos de los sellos de identidad de la ya conocida como era digital. Con ellas, interactuamos con nuestros seres queridos y desconocidos por todo el planeta, compartiendo a diario mensajes, publicaciones y fotografías que nos hacen tener una sensación de pertenencia a la vida del resto del mundo. Sin embargo, todas y cada una de estas plataformas -Instagram, Facebook, WhatsApp, Tik Tok…- pueden ser hackeadas, algo que dañaría transversalmente nuestra integridad.

La privacidad es un concepto que se ha puesto en valor a lo largo de los últimos años. Si bien es cierto que nos exponemos abiertamente en las redes sociales, también lo es que queremos ser dueños de lo que compartimos o dejamos de compartir. Ahora bien, los ciberdelincuentes están capacitados para sortear las principales medidas de seguridad y, de esta forma, asaltar nuestras cuentas personales. Si una tercera persona accede a nuestro perfil, puede chatear en nuestro nombre, revisar todas nuestras conversaciones y, en definitiva, actuar a voluntad sin que podamos hacer nada para evitarlo.

No obstante, en cuanto esto sucede, no todo tiene porqué darse por perdido: siempre existe la opción de contraatacar. Utilizando determinadas herramientas de hackeo, retomamos el control de nuestro perfil y eliminamos los inicios de sesión no reconocidos. A continuación, debemos cambiar la contraseña y, de esta manera, evitar que vuelva a suceder. Hablamos de un último recurso para recuperar lo que nos pertenece, habiéndose de llevar a cabo lo antes posible para que la trascendencia del acto criminal sea mínima. Porque hay mucho en juego en términos de seguridad informática y hoy en día tenemos los medios para contrarrestar las acciones de los ciberdelincuentes.

Protege la integridad de tus hijos

Los niños de hoy en día, conocidos como generación Z, han nacido con un móvil entre las manos y su habilidad para utilizar los dispositivos tecnológicos nos resulta abrumadora. Sin embargo, por mucho que esto sea así, la realidad es que están expuestos a una serie de peligros que antaño no existían. En consecuencia, como padres, tenemos la imperante responsabilidad de velar por su integridad física y psicológica y, en dicha tarea, herramientas como https://pirater.app/ juegan un papel trascendental.

No importa si hablamos de Instagram, Facebook, Tik Tok o WhatsApp, todas estas plataformas son susceptibles de espiarse a través de sistemas como el anterior; un hecho que nos otorga un mayor control sobre el bienestar de nuestros pequeños. Al revisar sus conversaciones, averiguamos inmediatamente si están siendo víctimas de algún tipo de abuso, como es el ciberbullying, estafas o potenciales casos de pedofilia. El mundo online es uno de los ámbitos más peligrosos y no podemos dejar en manos de la confianza ciega -menos en el caso de adolescentes-, la protección de nuestros hijos. Un acto de valor con el que aplicaremos la máxima de todo padre: prevenir es mejor que curar.

Mientras que WhatsApp es un riesgo por la cercanía de los chats, puesto que se interactúa con contactos conocidos que pueden estar utilizando nocivamente la confianza, las redes sociales son el verdadero peligro. Estas plataformas conectan a nuestros hijos con millones de personas y cada una de ellas puede ser perjudicial; por lo que la supervisión y el control, hasta que sean lo suficientemente adultos, es la única manera de velar por su seguridad cuando más frágiles son.