Cuando hablamos de la limpieza del PC, a menudo nos centramos en programas de optimización de recursos, pero si lo que queremos es alargar la vida de nuestro ordenador y conseguir el mayor rendimiento posible, es esencial que también aprendamos a limpiar el hardware de nuestro PC.
Para ello hoy vamos a hacer un rápido recorrido con todos los aspectos que debemos tener en cuenta para evitar estropear nada y lograr un resultado óptimo.
Los componentes del PC
En primer lugar es importante que conozcamos los componentes principales de nuestro ordenador, y para ello os hemos preparado una serie de artículos con los que conoceréis tanto el funcionamiento como las piezas que encontramos en el interior.
Antes de proceder con la limpieza os recomendamos que echéis un vistazo a estos artículos:
La limpieza del PC
Ahora ya podemos comenzar con la limpieza de nuestro PC. Antes de comenzar es esencial que desenchufemos nuestro equipo para garantizar nuestra seguridad y la del equipo.
Limpiar el ordenador por fuera y los periféricos
Es importante que cuando limpiemos el ordenador por su parte exterior no utilicemos productos que sean abrasivos o contengan espumas.
En el caso de la pantalla, utilizaremos un paño de microfibra humedecido con agua destilada como os recomendamos en el artículo de consejos para limpiar la pantalla del Smartphone o Tablet.
En el caso de los periféricos como el teclado, utilizaremos también este tipo de trapo, a la vez que evitaremos los líquidos, utilizando preferiblemente pinceles o incluso aire a presión.
También podremos utilizar agua destilada o un producto especial, pero en pequeñas cantidades y evitando en todo momento que pueda filtrar a su interior.
Limpiar el ordenador por dentro
Ahora pasamos a los consejos para limpiar nuestro ordenador por dentro, y lo primero que haremos será abrir el equipo, pero antes de nada siempre es recomendable haber hecho una copia de seguridad completa de nuestra información, por si algo no fuese como debe.
Si dominamos bien el hardware del equipo, evidentemente la mejor forma de proceder es desmontando todas y cada una de las piezas, pudiendo así proceder a su limpieza de forma individual y más profunda.
En caso contrario, tendremos también la opción de limpiar de forma general, con lo que siempre quedará algo de suciedad, pero sin duda más vale una limpieza sencilla que descuidar por completo el equipo.
Para la limpieza no vamos a utilizar ningún tipo de líquido, sino que tan sólo emplearemos aire a presión. Estos botes nos vienen con una guía fantástica que nos permite acceder a cada rincón del equipo.
Nos centraremos en realizar una limpieza general para eliminar la mayor cantidad posible de polvo, y seguidamente nos dedicaremos a todos los rincones, uno por uno, incluyendo los conectores y cada espacio en el que pueda acumularse el polvo.
Este bote puede llevar a soltar algo de líquido sobre todo si lo tumbamos al utilizarlo. En ese caso secamos con un trapo o papel de cocina sin frotar, sino sólo absorbiendo, y no habrá ningún problema.
Para los ventiladores también será necesario utilizar un trozo de papel de cocina, y con cuidado lo dejamos todo perfecto.
Ahora ya no nos queda más que comprobar que todo está en su sitio y ya habremos terminado.