Todos sabemos que el espacio es infinito y que tan sólo conocemos una parte mínima de él, lo que hace que cada año seamos testigos de nuevas noticias interesantes que nos permiten ir dando los pasos para extendernos a lo largo y ancho de las diferentes galaxias que lo pueblan. En esta ocasión, la NASA detecta un triángulo espacial que podría haberse generado a partir de un choque de galaxias.
El triángulo espacial descubierto por la NASA
Nos encanta dar luz a aquellos descubrimientos espaciales que pueden suponer un antes y un después en el modo en el que percibimos el espacio, de manera que en esta ocasión traemos un triángulo espacial descubierto por la NASA, el cual podría haberse formado a partir del choque entre dos galaxias.
Durante años, la NASA ha estado investigando las particularidades de dos galaxias que se encuentran ubicadas aproximadamente 191 millones de años luz con respecto a la Tierra.
Este conjunto formado por ambas galaxias ha sido denominado Arp 143, mientras que las galaxias eran conocidas como NGC 2445 y NGC 24444.
Un choque de galaxias, el origen del triángulo espacial
Todavía tiene que avanzar la investigación, pero al parecer, el triángulo espacial se había formado a partir del choque de las galaxias NGC 2445 y NGC 24444, las cuales se habrían cruzado de manera que tanto el gas como el polvo que salió despedido, dio lugar a la formación de nuevas estrellas.
Curiosamente, el triángulo espacial se ha formado sobre NGC 2445, que ahora aporta una imagen sorprendente que no había sido vista hasta ahora.
Dicha imagen ha sido capturada por el Telescopio Espacial Hubble de la NASA, y fue publicada el pasado mes de febrero con el objetivo de que el mundo entero pudiese conocer este extraordinario evento.
El resultado de este impacto ha sido el desarrollo de multitud de nuevas estrellas, las cuales se han formado a partir de gas y polvo procedente de los planetas de las galaxias que han colisionado, lo que significa que con el paso del tiempo, poco a poco se irán desarrollando hasta conformar diferentes cuerpos con distintas características.
Curiosamente, estas galaxias comenzaron a ser investigadas por el astrónomo Halton Arp en el año 1966, las cuales formaban parte de un catálogo que estaba compuesto por 338 galaxias que interactuaban entre ellas.
Una de las principales interacciones se realiza a través de hebras de gas que pasan de una galaxia a otra, lo que conforma unas especies de serpentinas de estrellas azules jóvenes.
El astrónomo afirmó que estas galaxias, teniendo en cuenta su interacción, podrían acabar formando estrellas en ráfagas, un suceso que finalmente ha tenido lugar más de 60 años después.
La forma triangular que han conformado estas estrellas también llama mucho la atención, aunque hay que tener en cuenta que todas las galaxias que forman este grupo están todavía muy cerca las unas de las otras, lo que significa que los cambios que se pueden producir en los próximos años e incluso siglos, puede llegar a ser asombrosos, con nuevas colisiones, nuevas liberaciones de gases y polvo y, por supuesto, por un cambio en la adaptación de todas estas nuevas estrellas al lugar que le corresponderá en la galaxia.
En definitiva, lo que estamos observando es la formación de nuevas estrellas, planetas y galaxias, o incluso podría tratarse del nacimiento de una mega galaxia increíble, con sistemas de conexión viables y que pueden suponer un descubrimiento verdaderamente representativo, por lo que para los próximos años es importante que estemos atentos a las novedades que se vayan presentando, ya que es lo que nos va a permitir descentra mar algunos de los secretos mejor guardados del espacio.