Formación, datos y copias de seguridad: aspectos fundamentales que toda empresa debe contemplar en internet

No hay tregua. El último informe presentado por la compañía de seguros Hiscox deja claro que cuatro de cada diez pymes del territorio nacional fueron víctimas de al menos un ciberataque durante el pasado ejercicio. Estamos ante un panorama de riesgo que sigue creciendo año tras año y preocupando a los negocios con presencia en internet. El miedo a sufrir un desplome económico o la pérdida de clientes por una mala protección frente a la amenaza de los hackers es lo que está llevando a las compañías a abrazar una fórmula efectiva: invertir en ciberseguridad.

A partir de una decisión de ese calibre, el repertorio de preguntas que surge no siempre es sencillo de resolver: ¿qué estrategia es la que da mejores resultados?, ¿cuáles son los primeros pasos que toca afrontar?, ¿qué beneficios se obtienen a corto plazo? A continuación, un pequeño manual para empresarios que buscan salir indemnes, en la medida de lo posible, de la piratería informática.

Formar a los trabajadores

Formar a los trabajadores es sin lugar a dudas el punto inicial que cualquier negocio online debe llevar a cabo para no quedar expuesto ante las amenazas que entraña la red. Lo aconsejable en estos casos es conseguir que la plantilla curse los estudios oportunos que le permitan obtener las competencias necesarias en materia de tecnologías digitales.

En este sentido, existen numerosas academias especializadas en impartir enseñanzas de carácter práctico que están orientadas, por ejemplo, a la gestión de contraseñas, la creación de copias de seguridad, la configuración de conexiones o la identificación anticipada de situaciones comprometidas. El objetivo, en definitiva, es inculcar una cultura de prevención en el entorno virtual, sin descuidar por ello la capacidad de respuesta toda vez que se presente un ciberataque, sea del tipo que sea.

Proteger la información personal de los clientes

La proliferación del robo de datos personales en la red ha llevado a las empresas digitales a reforzar la estructura informática de sus dominios, especialmente aquellas que gestionan un flujo extenso de contenido sensible perteneciente a su clientela. Para mantener a salvo todo este material es imprescindible seguir el modelo de software que llevan años usando las entidades bancarias y las plataformas de juegos de azar, puesto que a día de hoy son las grandes referencias en materia de ciberseguridad.

Sin ir más lejos, los bancos de nueva generación se han convertido en verdaderos especialistas a la hora de cifrar la información financiera de los usuarios. La tecnología que suele utilizarse para ello es la del conocido como certificado TLS (Transport layer security), una herramienta que encripta los números de cuenta y las claves privadas que se depositan en la web y que luego se transfieren hasta el servidor.

Las empresas también han puesto el foco sobre la industria del juego que opera a través de internet, sobre todo por la labor tan eficiente que esta lleva a cabo para impedir que en sus salas se produzcan delitos de suplantación de perfiles. No en vano, los casinos online más seguros son aquellos que incorporan protocolos de verificación de identidad tan potentes como el denominado sistema KYC (Know your customer). Este recurso es muy frecuente en espacios de ruleta y tragamonedas, y es que trae consigo un algoritmo que permite identificar de manera telemática a los jugadores cada vez que tratan de acceder a su cuenta.

Tener los equipos actualizados

Tras al capacitación de la plantilla, llega el momento de robustecer todo el equipamiento informático del que dispone la empresa. La idea es no permitir que la obsolescencia se apodere de los ordenadores, por lo que en este ámbito de continuas exigencias tecnológicas resulta indispensable incorporar un software de seguridad diseñado para pymes y, sobre todo, que sea reciente.

El papel de un buen antivirus no admite titubeos: impedir a toda costa infecciones derivadas de malware, troyanos, spyware, etcétera. Es decir, toda esa basura que, además de ralentizar y entorpecer el buen funcionamiento de una computadora, puede volverla fatalmente vulnerable ante cualquier ataque malicioso. Se trata de un imprevisto que las empresas no pueden permitirse, teniendo en cuenta que el deterioro de cualquier archivo delicado puede ocasionar destrozos de toda índole.

Más allá de apostar por soluciones como esta, conviene mantener la cautela incluso en las conductas cotidianas que puedan parecer insignificantes. Aquí se incluyen por ejemplo el uso de navegadores actualizados, el empleo de aplicaciones y plataformas que renueven frecuentemente sus parches de seguridad o la ejecución de análisis de diagnóstico periódicos.

Hacer copias de seguridad

Finalmente, sólo queda mencionar la importancia de las copias de seguridad que toda compañía debe hacer de sus documentos, ya sea en servidores remotos o en discos duros externos. Lo recomendable es establecer un día a la semana para poner en marcha este mecanismo, pues facilita la posesión de aquellos datos importantes que no se quieren perder.