El forex, o lo que es lo mismo, el mercado de intercambio de divisas, lleva facilitando el comercio internacional desde los tiempos en los que las comunicaciones eran mucho más lentas que las de ahora, concretamente desde que el acuerdo de Bretton Woods desligó el precio del dólar (moneda de reserva mundial) del patrón oro, ya que aunque antes también se realizaban intercambios de divisas, desde el fin del patrón oro el tipo de cambio del dólar dejó de ser fijo y la moneda estadounidense ya fue libre para flotar libremente con respecto al resto de divisas internacionales, lo cual no fue poca cosa, ya que el dólar se encuentra en los intercambios de pares más líquidos.
Aunque este mercado en principio estaba circunscrito a un ámbito más profesionalizado, desde hace unos años se ha vuelto cada vez más accesible para el público en general, por lo que es necesario conocer no sólo la forma de hacerlo, sino también los riesgos potenciales, ya que efectivamente, existen riesgos al igual que oportunidades potenciales.
Forex en el móvil
Internet y los smartphones han sido dos de las tecnologías más disruptivas del siglo veintiuno, y gracias a ello la conectividad entre personas de todo el mundo ha aumentado de forma que nadie había podido prever, y de la misma forma permite a todo el mundo acceso a servicios que antes o bien eran privativos de profesionales o bien requerían de un esfuerzo muy alto por parte de los traders aficionados.
Ahora esto ya no es así, ya que cualquier mayor de edad puede hacer trading de forex siempre que cuente con un celular que pueda conectarse a internet (también puede hacerse desde la computadora, y de hecho es el método más cómodo para, entre otras cosas, consultar gráficas y análisis) para poder abrir una posición en corto o en largo en cualquier lugar y momento, y ello por supuesto tiene riesgos, como el de que el inversor no invierta el tiempo suficiente en aprender acerca de los instrumentos o sobre lo que significa hacer trading apalancado y sus riesgos, muy distinto a una clásica compraventa a pesar de que no pocos inversores noveles pueden confundirlos al creer que realizar trading de forex implica adquirir la moneda, y esto no es así de ningún modo.
Por lo demás el forex es un mercado bien conocido por los inversores más clásicos, probablemente junto con el de materias primas y el mercado de acciones, pero que suele ser la puerta de entrada de no pocos inversores en trading primerizos, quizás porque maneja conceptos con los que la mayoría de las personas están familiarizadas, lo que gracias a la tecnología se complementa muy bien con la mayor accesibilidad de herramientas como el calendario económico, el cual ayuda a manejar de forma más sencilla información que afecta a la cotización de las divisas, como por ejemplo los datos trimestrales del paro, el IPC o multitud de indicadores industriales, por poner tan sólo unos pocos ejemplos.
Además los brókeres de forex pueden ofrecer en sus plataformas otros instrumentos con los cuales realizar trading, que tienen sus propias características y peculiaridades.
No sólo ha cambiado la forma de invertir, también los instrumentos
Antes del 2009 no existían las criptomonedas, y hoy en día, tan sólo bitcoin cotiza por encima de los 50.000 dólares y capitaliza más de un billón de dólares, y por supuesto se han convertido en un instrumento más para realizar trading, aunque como ya se ha dicho tienen particularidades, como por ejemplo que el nivel de apalancamiento permitido en algunas plataformas puede ser mucho menor, ya que es un activo muy volátil y un apalancamiento demasiado alto implicaría un riesgo excesivo incluso para los traders más experimentados.
Para hacerse una idea de lo que implica la volatilidad baste observar una gráfica de bitcoin, si se busca lo suficiente se podrán encontrar de cuando en cuando caídas instantáneas de miles de dólares que en ocasiones pueden no responder más que a la acción de una ballena, por lo que un trader que hubiera predicho correctamente una tendencia alcista y hubiese abierto una posición larga vería igualmente que su posición se cierra a la contra, así que es muy importante tener en cuenta el nivel de apalancamiento que se utiliza.