Los 5 mejores animes basados en un videojuego

La industria de los videojuegos ha tenido un gran impacto en la cultura popular, y el anime no ha sido una excepción, con muchas series basadas en las historias y los personajes de los videojuegos. ¿Este tipo de adaptaciones son de tu agrado? Si es así, en este post encontrarás algunos de los mejores animes basados en videojuegos que se han hecho.

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Pokemon

No podemos empezar a comentar este top 5 sin hablar de uno de los animes más conocidos y longevos del mundo, así como de uno de los principales impulsores de la buena relación entre videojuegos y animación. Pokémon es una prueba de lo bien y rentable que puede funcionar una adaptación.

Curiosamente, a pesar de tener dos décadas y medias al aire, hay toda una generación que desconoce que Pokémon se originó en los videojuegos y que luego fue adaptado en un anime. El plan de Nintendo era lanzar un anime para comercializar sus juegos, sobre todo fuera de Japón. Y como funcionó tan bien, la franquicia se hizo enorme. 30 años después, Ash sigue intentando convertirse en un Maestro Pokémon, y Pikachu y sus amigos se han hecho conocidos en todo el mundo.

Devil May Cry 2

Capcom es una de las compañías que más ha recurrido al anime para aumentar el renombre de sus juegos. Una de las adaptaciones más populares basadas en un juego del reconocido desarrollador japonés, ha sido Devil May Cry.

Estrenado en 2007, el animé se centraba en un lado más rebelde del protagonista Dante y se orientaba mucho más a la personalidad que mostraba en la tercera entrega de la serie. Y aunque no pudo recrear el éxito de los videojuegos, la adaptación de la historia de un cazador de demonios que es hijo de uno de los monarcas del infierno -y de cómo este pedigrí maldito le convierte en objetivo de todo lo malo- tuvo un recibimiento nada despreciable.

Digimon Adventures

Debido a la popularidad de Pokémon, era inevitable que otros juegos similares intentaran aprovechar esta tendencia. Esta es la situación de Digimon, que durante mucho tiempo se consideró la «copia» más conocida de los pequeños monstruos de Nintendo.

Se trata de una afirmación ligeramente discutible, ya que existe todo un debate sobre quién vino primero, ya que Digimon está basado en las antiguas criaturas virtuales que existían antes de Pikachu y compañía. No obstante, no fue hasta la llegada de Pokémon que estas criaturas se transformaron en monstruos digitales. Y a diferencia de su pariente más conocido, Digimon nunca ha intentado aferrarse a una única y extensa historia; por el contrario, cada temporada introduce unos nuevos protagonistas, nuevos digimons y un nuevo argumento. 

Castlevania

Netflix ha adaptado muchos videojuegos al anime, pero ninguno ha tenido tan buen recibimiento como Castlevania. Y no únicamente debido a que el juego sea una obra de culto entre los jugadores de antaño, sino porque el trabajo de la compañía de streaming a la hora de recrear la atmósfera gótica ha sido excepcionalmente bien ejecutado y considerado con cada detalle.

La historia se centra en el conflicto entre la familia Belmont, cazadora de vampiros, y Drácula. Esta rivalidad, no obstante, engloba mucho más que el simple empeño por librar al mundo del mal encarnado por el Señor de las Tinieblas, abarcando rencillas familiares y traumas generacionales.

Tekken: Bloodline

Tekken es, junto a Street Fighter, una de las marcas de videojuegos más conocidas, pero hubo que esperar hasta hace poco para que el clásico de Bandai Namco tuviera su propio anime. Este se conoce con el nombre de Tekken: Bloodline y hace un excelente trabajo al resumir la enrevesada historia de la saga y centrarse en la trama de venganza de la familia Mishima, así como en el resto del elenco.

Jin, un joven que pierde a su familia tras el ataque de un extraño monstruo que desea robar el poder que esconde en su interior, es el protagonista de la temporada. En busca de venganza, el muchacho acude a su legendario abuelo, Heihachi. El problema es que el anciano oculta algunos secretos realmente diabólicos que amenazan no sólo el futuro de sus descendientes, sino de todo el planeta.