Los negocios del futuro estarán sin duda liderados por la tecnología. Desde la realidad virtual hasta la inteligencia artificial (IA), pasando por los metaverso, las estaciones de carga para coches eléctricos, sistemas alternativos de energía y la ciberseguridad se posicionan como realidades que están más cerca de lo que se pudiera pensar. Concretamente, en el ámbito de la realidad virtual prácticamente todos los sectores y aspectos de la sociedad ya están innovando en este sentido. La medicina, la educación, las comunicaciones y el ocio están invirtiendo fuertemente en el desarrollo de algún aspecto de esta tecnología futurista.
De hecho, la realidad aumentada y la realidad virtual ya han llegado incluso a los juegos online. A día de hoy ya hay juegos de casino en vivo como en Genesis, que utilizan este software para enriquecer la experiencia de los usuarios recreando situaciones como si de un casino real se tratara.
La tecnología al servicio del consumidor
La evolución y el desarrollo de la tecnología supone mayor acceso a la información, pero también es un acelerador social, puesto que amplifica la comunicación entre los usuarios. Esto a su vez hace que aparezcan nuevos hábitos sociales y de consumo en las sociedades más desarrolladas. Por suerte o por desgracia estos avances no llegan a la población más pobre. Pero, si nos centramos en los habitantes del primer mundo, la tecnología mejora sus habilidades de consumo gracias a una mayor capacidad de elección y de negociación. Con las TIC se accede a un mejor conocimiento de las características y precios de los productos, lo cual ayuda al proceso de elección.
Por otra parte, se ahorra mucho tiempo en las búsquedas en Internet y también se obtienen mejores precios gracias a una mayor transparencia de los mismos. De la misma manera, hay una mayor diferenciación de los productos y una mejora en su calidad gracias a la competencia. Así mismo se puede hablar también de la aparición de la figura de los “omiconsumidores” o personas que escudriñan la red buscando información planificada antes de cada proceso de compra. Al mismo tiempo, las tecnologías han hecho posible la aparición del social commerce o comunidades virtuales de intercambio de bienes y servicios.
Además, dentro de estas comunidades de consumidores nacen foros y redes sociales donde, los usuarios comparten información o conocimientos y debaten sobre sus propias experiencias con los productos o servicios que han adquirido, convirtiéndose en puntos de información y consulta antes de tomar una decisión de compra.
La sociedad de los nativos digitales
La Generación Z, o los también conocidos nativos digitales, suponen un verdadero reto para las empresas, ya que estos futuros consumidores, son más tecnológicos y sociales que nunca. Se mueven con total soltura por internet y manejan con gran habilidad las nuevas tecnologías. Para ellos, los juegos online, las series en streaming, los wallet de criptomonedas y los algoritmos son conceptos totalmente normales o habituales. En este sentido, las compañías que quieran sobrevivir tendrán que adaptarse a sus exigencias digitales, las cuales serán cada vez más específicas y concretas.
Se trata de una generación acostumbrada a la velocidad, con lo que exigirán conexiones ultrarrápidas y valorarán todo lo relacionado con la imagen digital. Según los expertos se trata de individuos egocéntricos e impacientes, pero también inconformistas, muy creativos y empáticos o solidarios. Una generación que dará vida a una sociedad totalmente digitalizada donde en lugar de ver a los jóvenes jugando en los parques, se potenciarán los encuentros virtuales y las interacciones vía web sin que estos echen en falta el aire puro o los rayos del sol. Confiemos en que esta distopía a la que todo apunta conserve al menos un mínimo de valores humanos.