La gran mayoría de usuarios de Internet suelen hacer uso también de las redes sociales, algo muy interesante e incluso productivo pero que también presenta algunos inconvenientes. Hoy nos vamos a centrar en cómo proteger tu privacidad en las redes sociales, una serie de consejos que esperamos tengáis en cuenta para garantizar que, este sistema ideal para mantenerse en contacto con otras personas, no se convierta en un cúmulo de datos personales que corran el riesgo de salir a la luz.
Presta atención a las condiciones de la red social
Un error que a menudo cometemos los usuarios es el hecho de registrarnos en cualquier sitio sin prestar atención a los términos, lo cual significa que realmente no sabemos lo que estamos aceptando, algo que nos puede perjudicar muy seriamente.
Evidentemente los usuarios estamos protegidos en base a una serie de leyes que están por encima de estos términos, pero eso no significa que sea fácil hacer valer nuestros derechos en determinadas ocasiones, ya sea porque la normativa y la ley en la que se basa una determinada red social está inspirada en su país de procedencia, ya sea porque el proceso puede suponer largos meses de esfuerzos y gastos legales, o incluso porque, una vez hecho el mal, ya no hay vuelta atrás.
En cualquier caso, siempre deberemos leer todo el contenido antes de aceptar los términos, y por supuesto no aceptarlos si vemos que nuestra información puede verse en riesgo.
Configurar la red social para garantizar la máxima seguridad
Es cierto que los desarrolladores siempre buscan garantizar la máxima seguridad en sus productos, pero no siempre consiguen el efecto deseado, además de que por supuesto puede existir una importante diferencia entre lo que nosotros consideramos privacidad y lo que estos desarrolladores piensan que debe ser a través de su red social.
Por esa razón, al crear una cuenta en cualquier red social, por defecto contaremos con un nivel de seguridad estándar y predefinido, el cual a menudo será bastante adecuado en función del uso de la mayor parte de usuarios, pero es posible que nosotros no estemos conformes con esa seguridad y busquemos algo más.
En ese sentido, tras crear la cuenta, él siguiente paso será acceder al apartado que nos permite proteger nuestra privacidad para comprobar los niveles para cada uno de los detalles que ofrece y adaptarlos a nuestras necesidades.
Ten mucho cuidado con lo que compartes
Está claro que las redes sociales tienen como objetivo principal el de compartir nuestras experiencias y vivencias con otras personas, ya sean conocidos, amigos, familiares, compañeros de trabajo… pero también con desconocidos.
Por mucho que restrinjamos el acceso de los usuarios a nuestro muro o página, hay que tener en cuenta que todo el contenido está subido a Internet y existen formas de acceder a esta información que compartimos sin que nosotros seamos conscientes de ello.
Por esa razón siempre hacemos mucho hincapié en la importancia de no subir nada Internet que no queramos que sea conocido por todo el mundo, y sobre todo también debemos llevar mucho cuidado con toda la información que compartimos, ya que podemos estar facilitándola a personas con intenciones no muy buenas.
Por ejemplo, ¿cuánta gente comunica a través de sus redes sociales que se va a ir de vacaciones?, pero lo curioso del asunto es que seguramente en semanas o incluso meses anteriores haya informado también a todo el mundo acerca de que vive sola. Básicamente estamos diciéndole a los ladrones “Eh, que en mi casa solo vivo yo y me voy a ir dos semanas”, ¿de verdad queréis facilitar todos estos detalles a través de Internet?
Repetimos que, aunque gocemos de la máxima restricción y que sólo cuatro familiares puedan ver esta información, en realidad es una serie de información que estamos ofreciendo gratuitamente y puede acabar en manos de personas no deseables, por lo que mucho cuidado con facilitar detalles importantes relacionados con vuestra privacidad y sobre todo con vuestra seguridad.
Cuidado con hacer clic en cualquier enlace o descargar cualquier cosa
Internet es un mundo fantástico si sabemos navegar con seguridad, pero de lo contrario se puede acabar convirtiendo incluso en nuestra peor pesadilla. Por norma general, cuando un delincuente obtiene información relacionada con nosotros o incluso tiene acceso a nuestras cuentas, la razón se debe a que nosotros le hemos facilitado dicha información o acceso. Evidentemente lo hemos hecho de forma involuntaria, pero el mal ya está tejido y ahora es cuando empiezan los problemas.
Pero, ¿cómo hemos podido facilitar todos esos datos?, pues muy fácil, seguramente hemos hecho clic en algún enlace que no debíamos y hemos introducido determinados datos, o incluso nos hemos descargado algún programa que se ha encargado de averiguar todos estos datos por sí mismo.
Por ello es esencial que no prestemos atención a los enlaces y herramientas de dudosa procedencia, ya sea porque hemos ganado un gran premio o porque el banco intenta ponerse en contacto con nosotros para que facilitemos una serie de datos privados con gran urgencia o nuestra cuenta será suspendida. Todo esto son estafas, ya que si nuestro banco necesita algo lo solicitará por teléfono, carta o a través de Internet pero siempre accediendo desde la página oficial tecleándola vosotros mismos, no desde un enlace que os envíen.
Y recordad que nadie da duros por pesetas, por lo que todos esos sorteos tan magníficos donde te regalan tecnologías de última generación y demás, en más del 90% de los casos se trata de estafas que buscan obtener vuestros datos, no tengáis duda alguna, y por supuesto también es importante tener mucho cuidado con los enlaces incluso aunque procedan de personas de confianza, ya que puede ser que estas personas se han sido engañados o que los enlaces hayan sido enviados en su nombre sin su consentimiento.
Cuidado con la ubicación de los dispositivos
Hay que evitar en todo momento dar pistas de dónde estamos y lo que hacemos, y en ese sentido la ubicación de nuestro dispositivo móvil puede ser un serio problema para nuestra seguridad y privacidad. La ubicación permite conocer en todo momento dónde nos encontramos, lo cual puede ser muy útil por ejemplo para usarlo con un GPS, pero también podemos acabar descargando una aplicación o simplemente indicando a una red social el lugar en el que nos encontramos, lo cual evidentemente no es un método seguro si queremos garantizar nuestra privacidad y seguridad.
Y por supuesto terminamos recordándoos que las redes sociales no son una competición por ver quien tiene más contactos, ya que, a más contactos, mucho mayor será el riesgo, ya que no sabemos ni remotamente quién hay detrás de todos ellos, por lo que nuestra vulnerabilidad será muchísimo mayor.