La mayor parte de los dispositivos móviles tienen una autonomía suficiente como para poder llegar al final del día, sin embargo, su uso prolongado o exigente puede derivar en una batería descargada rápidamente.
Es justamente por ello que existen los power banks, unas baterías portátiles dedicadas a suministrar energía de manera tal que puedan dar ese extra de energía que necesitan teléfonos móviles, tablets, AirPods, smartbands, smartwatches…
Sin embargo, no todo el mundo sabe cómo escoger el power bank que se adapte mejor a sus necesidades porque el mercado es demasiado amplio y, digamos la verdad, a veces existen tantos datos y especificaciones no hacen más que terminar de confundirnos.
Por ello, en este artículo te explicaremos algunas de la claves al momento de comprar una power ban. ¡Comenzamos!
La importancia de la capacidad y la eficiencia energética
Por otro lado, debes saber que la capacidad anunciada de las marcas no es la capacidad real del power bank, es decir, suele ser, aproximadamente, entre el 60%-70% de esta capacidad ya que depende de la eficiencia del circuito que incorpore, así como de otros factores más complejos).
Así, por ejemplo, si un power bank tiene 10000 mAh de capacidad entonces realmente tendríamos entre 6000 mAh – 7000 mAh.
Esto se traduce en que no todos los power banks son igual de eficientes energéticamente, algunos suministrarán más energía a los dispositivos mientras que otros una cantidad mucho menor.
Por ejemplo, en la siguiente gráfica –elaborada por el equipo de PowerBank20– podemos ver la eficiencia energética de algunos power banks de 20000mAh de capacidad:
Estos modelos almacenan una energía interna de 74 vatios-hora (Wh) (20000mAh x 3,7V) y todos ellos son capaces de suministrar más del 85% de esta energía.
Por supuesto, no todos los modelos del mercado alcanzan estas cifras, dependerá de la calidad de los materiales utilizados en su construcción.
Conectividad: número y tipos de puertos USB
Todos conocemos el puerto USB «clásico», es decir, el USB-A y tampoco nos extraña el micro USB: son los dos tipos de puerto USB más extendidos entre los modelos de power banks presentes en el mercado.
Sin embargo, ahora estamos viviendo la revolución del USB-C: un único puerto que tiene como aspiración «hacerlo todo», es decir, actuar como puerto de entrada y de salida y, saliendo del ámbito de los power banks, permitir el paso de audio, datos, vídeo…
Asimismo, otra característica fundamental hoy en día es comprobar si los puertos del power bank tienen carga rápida con alguno de estos 2 protocolos: Power Delivery y Quick Charge 3.0 (y próximamente conoceremos la versión ultra rápida).
Además, si eliges comprar un power bank de gran capacidad, entre 20000mAh y 30000mAh te recomendamos comprar uno que también incorpore carga rápida en su puerto de entrada porque te ahorrarás largas horas de espera.
Eso sí, debes saber que la carga rápida solo funcionará entre dispositivos compatibles con estos protocolos (cargadores, móviles…).
Este power bank puede cargar cómodamente varios dispositivos a la vez 😎
Finalmente, no debemos olvidar otros tipos de conexiones que podemos encontrar en un power bank como son los puertos DC para cargar los portátiles convencionales o las tomas AC (sí, ¡como los enchufes de casa!) que incorporan algunos modelos de power banks, los más potentes, para cargar cualquier tipo de dispositivo con su propio cargador.
Relación capacidad, tamaño y peso
Uno de los mayores problemas en la actualidad es la portabilidad de los aparatos electrónicos: muchas personas llevan consigo más de un dispositivo y, añadir un power bank significa más peso y espacio ocupado en el bolso o mochila donde se lleva.
Por este motivo resulta fundamental pensar en el uso que se le quiere dar a un power bank:
Por ejemplo, si estás interesado en cargar tu móvil y pequeños gadgets llevar un pequeño power bank entre 5000 mAh y 10000 mAh de capacidad es una opción recomendada. Además, gracias a las baterías LiPo, su tamaño se ha visto disminuido.
Power bank con bateria LiPo [izq.] vs. Power bank con batería de iones litio (Li-ion) [dcha.]
En cambio, los power banks de 20000 mAh o más pueden ser un verdadero dolor de cabeza desde el punto de vista de la portabilidad en el día a día, dado que no siempre se pueden llevar fácilmente en una mochila o bolso y requieren -obviamente- de un mayor espacio disponible.