En esta ocasión os vamos a presentar el coche volador que ya surca los cielos de Europa, un híbrido conocido como Aircar que incluye las características de un vehículo y de un avión en una sola máquina. Durante muchos años, el hombre intentado crear una obra de arte de este calibre, y por fin, podemos ser testigos de los primeros avances que demuestran que pronto el coche volador será una realidad para todos.
El sueño de crear un coche volador
El desarrollo del coche volador es un proyecto muy ambicioso que lleva muchos años sobre la mesa, pero que hasta la fecha, no había llegado hasta un punto tan relevante y que demuestra que pronto se convertirá en una realidad en nuestras carreteras.
El coche volador se podría convertir en la solución perfecta para las grandes ciudades o incluso para la realización de largos trayectos, reduciendo la congestión de las carreteras y ofreciendo una alternativa accesible a la mayoría de ciudadanos.
Sin embargo, es evidente que se trata de un proyecto a largo plazo, el cual ya ha andado bastante camino y ha podido demostrar que, en menos tiempo del que esperamos, no será tan extraño tener uno de estos vehículos en casa.
Aircar, el primer híbrido de coche y avión que ya surca los cielos de Europa
Aircar es el nombre del proyecto de coche volador más avanzado hasta la fecha, el cual ya ha comenzado a surcar los cielos de Europa mediante la realización de multitud de pruebas que intentan valorar todos los aspectos relacionados con su funcionalidad y seguridad.
Hay que tener en cuenta que para ello ha sido necesario conseguir multitud de permisos a las autoridades eslovacas, pero por fin, el proyecto sigue adelante y nos acerca más a un futuro con el que siempre habíamos soñado.
Gracias a las autorizaciones, este proyecto cuenta ya con más de 200 despegues y aterrizajes, incluyendo 70 horas de vuelo.
Tras la realización de todas las pruebas, se ha llegado a la conclusión que este coche volador podrá volar por todos los estados miembros de la Unión Europea.
Con el objetivo de poder adaptarse tanto al aire como a la carretera, este prototipo cuenta con unas alas que se pueden guardar dentro del vehículo de forma automática, para lo cual el mismo se extiende hacia atrás, pudiendo pasar de coche a avión en apenas tres minutos.
Para poder utilizar uno de estos vehículos es necesario contar con un permiso de conducir así como con una licencia de piloto.
Eso sí, todavía presenta un problema bastante importante que es el hecho de que no se ha conseguido desarrollar un sistema que permita el despegue vertical, sino que por el momento es necesario contar con una pista de unos 300 m de longitud para poder despegar.
Este vehículo montó un motor BMW de 1,6 cc y 160 caballos, lo cual y unido a su peso de tan sólo 1100 kg, le permite alcanzar una velocidad máxima de 190 km/h y una altitud de hasta 2500 m.
Sin duda alguna se trata de un proyecto con muchas posibilidades de futuro, y que de hecho, ha estado en marcha desde el año 1999 cuando Stefan Klein comenzó a trabajar en él, de manera que lo que conocemos a día de hoy es el vehículo de quinta generación, con avances muy determinantes que acercan más el vehículo a la realidad.
Cabe destacar que el mismo Stefan Klein también tiene otro proyecto entre manos que no es otro que el de diseñar un coche anfibio que pueda ir por carretera y navegar sobre el mar.