La tecnología lleva mucho tiempo cambiando la forma en la que se entendían ciertas cosas.
La comunicación ha sufrido una revolución absoluta, al igual que las viviendas o incluso la forma de gestionar los procesos empresariales.
Pero si hay un sector que ha conseguido dar un giro absoluto a su forma de funcionar, ese ha sido el transporte terrestre. Rastreo GPS, dashcams, mandatos ELD digitalizados, ayudas a la conducción, monitorización mecánica, monitorización de temperatura…son muchas las ayudas tecnológicas, el hardware y software que hoy en día existe y que empresas como Samsara instala.
Pero, es necesario ir por partes para comprender esta revolución.
¿Cuáles son en realidad las posibilidades tecnológicas del transporte terrestre?
A nivel usuario, existen muchas posibilidades y aplicaciones que ayudan en la conducción y que han servido a los conductores para disponer de más información tan solo descargando una app en sus teléfonos móviles.
Mapas con las carreteras actualizadas, la detección de radares – aunque actualmente según qué tipo de medidas, están prohibidas -, ayuda con la velocidad o con el consumo atendiendo a la forma de conducción… son muchas y muy variadas las aplicaciones que están disponibles en los principales marketplaces de Android e Ios.
Pero esto, llevado a las flotas de transporte, se especializan hasta poner en manos del conductor una tecnología y hardware de precisión que ha sido capaz de cambiar por completo la forma de afrontar las rutas de transporte.
Las empresas que han apostado por este tipo de inversión lo han hecho, principalmente, por un motivo: datos.
El hardware que puede instalarse en las cabinas ofrece eso, una información que permite la toma de decisiones, el ahorro de recursos y, también, el ahorro de costes.
Además, aporta una serie de herramientas de seguridad añadidas a la confianza en los conductores. Las dashcams, por ejemplo, han servido para poder defenderse a muchos que han visto cómo un incidente en la carretera no era responsabilidad suya. De hecho, esto ha hecho que muchas aseguradoras, cuando conocen que están dentro de los camiones, bajen las primas al conseguir ahorrarse cientos de euros al probar que sus asegurados son víctimas y no culpables del incidente.
A eso se suma la capacidad de estas cámaras de agilizar los cambios de conductor mediante el reconocimiento facial o incluso la llamada de atención en caso de despiste en el transcurso de la ruta. «Ha servido también para poder prestar asistencia en caso de indisposición desde la central de la empresa» explican algunos expertos tecnológicos.
La biometría, el internet of things, la Inteligencia Artificial, son todos conceptos que se han ido integrando a las soluciones para la conducción, haciendo de las flotas que salen a carretera vehículos monitorizados, seguros y con cientos de ayudas que permiten llegar las mercancías a tiempo y en perfectas condiciones.
Sin duda una revolución silenciosa que ha servido para que la cadena de suministro, el comercio internacional y los agentes implicados tengan la tranquilidad de un trabajo bien hecho.